Este sábado cinco de diciembre tendremos la oportunidad de volver a ver y sentir uno de los festivales más queridos de nuestra localidad. Se trata del Festival Forjando la Rocka. Este festival es uno de los eventos más importantes en la historia de la escena rock de San Cristóbal. De nuevo participarán bandas que le apuntan a la creación propia y a la generación de una cultura de no violencia por medio de la música. Un evento que congrega, que fomenta el encuentro con el otro y que, por lo mismo, constituye en símbolo patrimonial de la zona cuarta.
Por medio de los amigos de ArtoArte reproducimos una pequeña reseña en la que se aborda, entre otras cosas, cómo surgió este festival y cómo influyó en la consolidación de una identidad local.
Jimmy Rojas. Un pionero en San Cristóbal
Jimmy
Rojas es un personaje muy importante para la Localidad Cuarta de San
Cristóbal. Desde muy joven inició una inquietud por la participación
comunitaria y las manifestaciones artísticas, particularmente con la
música. Con ese trasegar encima, que pasó por el microfútbol, la gestión
cultural, el modelado en arcilla, la música y, en especial, por el rock
and roll, Jimmy nos contó algunas cosas sobre el surgimiento del Colectivo ArtoArte. Además, nos habló sobre el nuevo impulso que se le está dando al Festival Forjando la Rocka, un evento que dejó una huella indeleble en la escena rock de nuestra localidad.
Fabio Ramirez: ¿Cómo y por qué nació el colectivo ArtoArte?
Jimmy Rojas: Todo empieza bajo la, digamos, tutela de la Asociación Juvenil Siglo XXI. Yo hacía parte de esa Asociación junto con otros compañeros. En ese entonces, recién había salido yo del bachillerato con una inclinación importante hacia el lado musical. Con Siglo XXI se dieron las cosas para gestionar, mediante algunos proyectos, instrumentos musicales. Eso fue más o menos para el año 1.999. Toda esta movida se enmarcaba dentro de un proyecto llamado "Acciones para la convivencia". Ahí participé con un amigo llamado Ángel, y con él, nos dimos a la tarea de trabajar el asunto. Luego de aproximadamente un año el esfuerzo dio resultado y logramos conseguir los primeros instrumentos: una guitarra eléctrica, un bajo eléctrico y una batería. Esto nació de intereses personales, pero al mismo tiempo con preguntas que nos iban proyectando: ¿cómo replicamos esto con otros jóvenes del barrio? ¿Cómo difundimos este amor a la música, principalmente al rock and roll, que sentimos nosotros? Gracias a que logramos conseguir instrumentos, la gente interesada, el parche, digamos, fue creciendo más y más. Y como habíamos acumulado cierta experiencia, empezamos a dar clases, en principio, de una manera muy informal.
Todo esto permitió una serie de cosas muy bacanas. Compartíamos entre aficionados a la música, nos calificábamos e íbamos perdiendo los nervios. Poco a poco el espacio en el que empezamos el Forjando se fue haciendo más pequeño, pues el amigo del amigo, o la novia de tal persona, llamaba a otros contactos y de alguna manera el espacio, que era el Salón Comunal del barrio San Rafael, se fue haciendo cada vez más chiquito. Así fue que el pequeño público que quería disfrutar de algo de música entre conocidos se convirtió, en su tercera o cuarta versión, en un festival.
Fabio: Fue la música, en últimas, lo que los impulsó.
Jimmy:
Sí. Otras personas y yo girábamos alrededor del interés musical,
particularmente, con el rock and roll. Y ya con los instrumentos nos
preguntamos cómo gestionar un espacio en el cual pudiéramos trabajar, y
al poco tiempo ya habían más de 20 bandas trabajándole duro a este
cuento.
Fabio: ¿En qué tiempo se dieron todas estas cosas?
Jimmy: Más
o menos entre los años 1.999, 2.000 y 2.001. Para esa época se va
ideando la cuestión de ArtoArte, que era algo que venía rondando en mi
mente y en la del parche cercano durante algunos años. Teníamos la idea
de una gran organización artística, y de ahí el nombre de ArtoArte, que
en realidad es un juego de palabras, porque va sin la "H", como para
darle también un sentido de mamadera de gallo. En principió lo
imaginamos como algo que englobara a todas las artes, pero como la
orientación fuerte en ese momento era la música, al inicio ese terminó
siendo el énfasis. El
espacio en Siglo XXI siempre ha sido limitado, más teniendo en cuenta
que funciona también como un encuentro de lectura, cine y demás, y
nosotros hacíamos mucho ruido con nuestros instrumentos, y hacíamos
rock, entonces era mucho más complicado. Ahí empezamos a darle más
solidez al proyecto de formar una agrupación, que terminó por llamarse
ArtoArte. Y, de alguna manera, con cierta improvisación, fuimos
trabajando temas alrededor de la música: que los arreglos, que los
montajes, que los ensayos, etc. Pero también hicimos algunas incursiones
en el trabajo con arcilla, con el dibujo y, en general, con las artes
plásticas. Ya para el año 2.007
nos organizamos con más formalidad, pero no porque pensáramos en la
"superorganización" sino por cuestiones coyunturales de gestión de
equipos, materiales, permisos, y todas esos asuntos que implican los
proyectos comunitarios.
Fabio: Al principio, entonces, ArtoArte no estaba muy bien definido u orientado a algo en concreto.
Jimmy:
Sí. Pues de algún modo todo se fue dando de manera espontánea. Sí se
planeaba, pero no de un modo tan estricto, y pienso que eso en buena
medida sigue ayudando: planear, pero sin ser tan rígidos o esquemáticos.
La música, como sabes, ya no es lo que más se ve en el Colectivo, pues
ahora veo un énfasis en las Artes Plásticas y el Periodismo, lo cual es
genial; pero quién sabe, quizá después se retome la música con todo el
poder.
Fabio: En ese proceso musical fue surgiendo el Forjando la Rocka, que tuvo un impacto importante en nuestra localidad...
Jimmy: Sí, eso es muy importante. El Forjando parte de una necesidad de crecimiento, de resaltar la creatividad de nuestros músicos, y de posicionar la escena rock en nuestra localidad. Creo que habían muchos rockeros por ahí escondidos o con cierto temor, y poco después de este impulso que se dio con el festival, los músicos salieron a exponer su arte.
El primer Forjando, según recuerdo, se da en el marco de un Festival que se llamaba el Festival de las Culturas, que se realizaba en La Victoria. En ese contexto, digamos que mutó la filosofía, pues viendo la recepción positiva que teníamos decidimos fomentar la creación propia, es decir, no covers. Esto último fue un sello distintivo del Forjando, pues queríamos que la comunidad no sólo fuera motivada por un concierto sino por su participación creativa. Entonces la disposición fue muy importante, porque la lógica era: "vamos a prestar nuestros oídos para compartir lo que estos muchachos están haciendo". El hecho de hacer nuestras propias creaciones fue clave, pues jalábamos público con lo nuestro y eso generaba un sentido de apropiación y de identidad.
Banda "La Korte", una de las pioneras en el Forjando La Rocka. |
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