Mostrando entradas con la etiqueta San Cristóbal. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta San Cristóbal. Mostrar todas las entradas

viernes, 2 de octubre de 2015

Aproximaciones a nuestro Patrimonio Ambiental

APROXIMACIONES A NUESTRO PATRIMONIO AMBIENTAL.
Por: Alejandro Hernpandez Jaramillo. *


El ambiente puede definirse como un conjunto dinámico de relaciones entre elementos sociales y naturales que interactúan de manera permanente y producen cambios, donde la naturaleza se ve afectada por la acción social, o donde la sociedad se ve afectada por la acción de la naturaleza. 

San Cristóbal, o como la llamaban los primeros pobladores, Fucha, tiene todos los factores para ser una de las localidades con mayor complejidad ambiental del Distrito, no sólo por hacer parte de los Cerros Orientales y del imponente Parque Distrital Entre Nubes, dos de los referentes más importantes junto con el Parque Nacional Natural Sumapaz y los humedales altoandinos, sino por contener una población de más de 400.000 habitantes y un sistema hidrológico y geomorfológico particular. 

Esta complejidad, sumada a su historia de poblamiento en torno a la extracción de recursos naturales y a la ubicación de predios urbanos dentro y alrededor de reservas forestales protectoras, hace que San Cristóbal sea un caso particular y único para el desarrollo de las expediciones pedagógicas e históricas. 

La temperatura extrema al despuntar el alba, los continuos aguaceros en la temporada de humedad (aumentada por el fenómeno de la niña), los fuertes vientos en julio y agosto, los altos índices de brillo solar al medio día, y los bruscos cambios de temperatura a altitudes que rebasan los 2.700 metros forman parte de las características de este territorio. 

Los pobladores ancestrales de este territorio, los Muiscas, asignaron nombres a algunos lugares que hasta hoy se conservan: Zuque, Zipa, Chiguaza, palabras que traen a la memoria a los primeros pobladores de estos lugares, aunque para muchos ya pueden ser nombres conocidos, para la mayoría siguen siendo un enigma. 


Biodiversidad de los Cerros Orientales. Fuente: Los Cerros, una reserva natural.
Para abordar el tema ambiental en la localidad es importante manejar cuatro conceptos estructurales que recomienda el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) que se deben adaptar, claro está, al contexto local: agua, biodiversidad, cambio climático y capa de ozono. Para hacer un acercamiento de mayor cuidado también es clave contar con los habitantes de la localidad y conocedores de su territorio, lo cual representa una oportunidad inmejorable para alimentar de elementos locales los procesos de visitas pedagógicas y patrimoniales por el territorio ambiental de San Cristóbal.

Si quisiéramos dividir la localidad en zonas ambientales podríamos tomar tantos parámetros como elementos existen en la localidad. Por ejemplo, podríamos usar las UPZ (Unidades de Planeación Social), pero dejaríamos por fuera más del 60% del territorio; también podríamos abordarlo desde las coberturas de uso, pero tendríamos tantas zonas como actividades se realicen. 

El análisis de los elementos estructurales y estructurantes de la localidad muestra a San Cristóbal como cuna de nacimientos de quebradas que bañan de oriente a occidente todo el territorio y que a la vez son de gran importancia para la estructura ecológico-ambiental del Distrito Capital; para los Muiscas, Chiguaza ya era un viejo conocido, este nombre proviene de juntar los vocablos Chigua (montaña), a (bajar) y za (río): el río que baja de la montaña.

El agua, entonces, puede funcionar perfectamente como elemento para dividir, por zonas ambientales, la localidad en cuencas hidrográficas. 


Biodiversidad de los Cerros orientales. Fuente: Los Cerros, una reserva natural.


El Distrito Capital hace parte de la macrocuenca del Río Bogotá (tributaria de la gran cuenca del Magdalena que llega al Océano Atlántico). San Cristóbal, por su parte, se integra con dos cuencas de gran importancia para el suroriente del Distrito, la cuenca del Río Tunjuelo y la cuenca del Río San Cristóbal o Fucha, ambas tributarias del Río Bogotá. 

Si se busca con cuidado se encontrará que la subcuenca de la quebrada Chiguaza y la subcuenca de la quebrada La Nutria se fusionan entre el Parque Entre Nubes y el Cerro Guacamayas, para seguir su rumbo hacia el Río Tunjuelo, unos kilómetros más al sur occidente. Pequeños cursos de agua (quebradas) que atraviesan los barrios, tales como Los Toches (de Melo), Agua Monte, Chorro Silverio, San Camilo, Nueva Delhi y Verejones, sirven, también, como escenarios para evidenciar la problemática ambiental que existe en la localidad. 

Una diversa gama de tipos de vegetación nos ofrece la localidad cuando nos adentramos hacia el oriente: se puede empezar a diferenciar entre el pastizal, el matorral de retamo, el matorral alto andino, los bosques altoandinos, las plantaciones de coníferas, los matorrales de subpáramo y el páramo propiamente dicho. 

Podemos encontrar en la localidad especies de fauna y flora, a la orilla de las quebradas o en las altas montañas, encenillales centenarios dominados por la especie Weinmannia tomentosa, bosques achaparrados dominados por Gaque (Clusia multiflora) y páramos conformados por frailejones (Espeletia grandiflora). 

La posibilidad de observar y sentir las adaptaciones evolutivas de las especies se hace presente en los tupidos matorrales de retamo, las espinas (hojas modificadas) que arrancan algunos gritos y risas, y los alargados ginecos de las especies de Pasifloras visitadas por colibríes que permiten sorprenderse con la cantidad de formas y colores. 



Biodiversidad de los Cerros orientales. Fuente: Los Cerros, una reserva natural.

La riqueza en términos bióticos y físicos que presenta esta localidad enclavada en la cordillera oriental ha sido reconocida desde tiempo inmemorable; es así como la búsqueda de arcilla ha hecho de este sector de la cordillera un excelente sitio para la explotación de canteras y el posterior uso de arcillas para la elaboración de ladrillos, insumo principal para la construcción de los barrios que existen hasta el día de hoy. 

La emisión de gases proveniente de la industria ladrillera es una de las causas del cambio climático, tema que se debe abordar, aunado al concepto de desarrollo sostenible. La necesidad de preservar y conservar el agua y la biodiversidad mediante procesos de producción amigables con el equilibrio natural debe manejarse como una consigna necesaria para que los ciudadanos ayuden a evitar que el aumento de la temperatura global afecte a la existencia de especies, especialmente de anfibios y macroinvertebrados. 

El gasto excesivo de energía, el uso indiscriminado de combustibles y el poco o nulo manejo de residuos sólidos y lixiviados que llegan a las quebradas son elementos que se deben introducir en los reconocimientos del territorio ya que brindan herramientas para la visibilización de los problemas ambientales; bajo este enfoque, los habitantes de la localidad pueden asumir el rol de ciudadano ambiental, dando posibles soluciones a la problemática y reconociendo su responsabilidad en las causas que generan el cambio climático. 

La intención de trabajar temas globales, plantea reflexiones de lo que podemos hacer desde lo local para combatir el cambio climático y la destrucción de la capa de ozono. De esta manera se interpela a los ciudadanos en su responsabilidad por el simple hecho de habitar este mundo. 

Esperamos que estos apuntes pueden resultar útiles para las salidas que se hagan por el territorio y para comprender mejor nuestras ideas de lo que significa patrimonio ambiental de San Cristóbal


*Este texto fue extraído de la cartilla "San Cristóbal se descubre. Expediciones seguras para niños, niñas y jóvenes de la Localidad 4, San Cristóbal". Se le hicieron algunas modificaciones para poder ser publicado en este blog. 

jueves, 1 de octubre de 2015

Cine en acción. "Miradas otras".

Aprovechando nuestra herramienta gestionando la culturaqueremos compartir con ustedes el conversatorio "Cine en acción. Miradas Otras". Dicha actividad se está adelantando por el Colectivo Cinetransforma; colectivo que está encabezado por Andrés Ayala Herrera, realizador audiovisual, profesor y gestor comunitario de la Localidad de San Cristóbal, y del barrio Nueva Delhi en particular. 

Andrés Ayala es estudiante de últimos de la Universidad Distrital, y aprovechando la coyuntura de su trabajo de grado, decidió entregar su energía a la realización de un documental que reflexionara sobre la localidad de San Cristóbal. 

Comparte con nosotros un texto que escribió a propósito de la dirección de dicha pieza audiovisual y de su interés mayor: gestionar un Festival de Cine de y para nuestra localidad. 


A continuación sus palabras y su invitación:

“...cojan sus cámaras y lárguense para otra parte y no vengan a joder más aquí […]   Los sabios que todo se lo saben, vea -¿usted vive aquí?  ¿Usted tiene niños? ¿Saben leer y escribir?1

Al realizar este trabajo me pregunté: ¿Qué papel juegan los lenguajes y la soberanía audiovisual en el fortalecimiento de los sistemas de educación propia? Partiendo de ese interrogante quise entender el papel que juegan esos lenguajes en determinados pueblos, principalmente en el contexto de Bogotá. E incluso más allá: en esas comunidades urbanas semirrurales de esta ciudad-región. Desde hace un tiempo, en esta localidad, el Colectivo Cinetransforma, ha puesto en escena ciertas dinámicas de sentido por medio de las herramientas audiovisuales. Esto, a mi parecer, posibilita el posicionamiento y la reflexividad por parte de las mismas comunidades. 

Realización de audiovisual. Andrés Ayala. 2015. Foto: Julieth Neira.


Este trabajo que deseo socializar es el resultado de un proceso de investigación comunitaria, del cual hicieron parte niños, jóvenes y organizaciones sociales del territorio. Y quise darle una impronta personal: intentar una relación cooperativa, superando los imaginarios de exotización que suelen jugar un rol importante en la representación de los otros. 

He querido ayudar a afrontar las construcciones que se identifican dentro del mal-decir sobre los otros, lo cual busqué asumir desde la pedagogización y sus posibilidades. 

En últimas, me interesa acercarme a la representación cinematográfica de nuestras vivencias, problemas y miradas que tenemos de la realidad. No es lo mismo, a mi parecer, poner una cámara a grabar desde la distancia, en otras palabras, filmar a la comunidad, que filmar con la comunidad, creando contenidos propios para la autopercepción y la autorrealización. Y así, de esta manera, contribuir a la educación propia de los pueblos y comunidades. 

Por ese motivo, extiendo la invitación para que este viernes 2 de octubre, me acompañen en la Casa de la Juventud para conversar sobre la soberanía audiovisual, el cine comunitario y sus aportes a la educación propia. Es una reflexión que hago desde los Estudios Culturales Latinoamericanos y mis experiencias con las cámaras. Este diálogo será, además, la apertura al Festival de Cine "Miradas Otras", el cual tendrá su primera versión en diciembre de este año. 


Lugar y especificaciones del conversatorio:

  • Conversatorio: Los lenguajes audiovisuales, un medio para el fortalecimiento de la educación propia.
  • Hora:  3pm a 4pm.
  • Fecha: viernes 2 de octubre.
  • Lugar: Casa de la Juventud, San Cristóbal Sur.
  • Dirección: Carrera 1 este # 10-48sur. (Dos cuadras más arriba de la Asociación de Artes Escénicas Kábala Teatro). 


Invitación a conversatorio sobre cine. Foto: Julieth Neira.




1. Diálogo de la película Agarrando Pueblo. Dirección y guion: Carlos Mayolo y Luis Ospina, Falso documental, 28 min, 1978. 

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Música

Nuestro eje de formación musical se enfoca en la práctica instrumental, el aprendizaje audio perceptivo, la enseñanza gramatical y las demás que se acuerden entre el docente y la comunidad que se haga partícipe de las sesiones. El profesor de nuestra escuela, Pedro Javier Aldana, es músico de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Además, tiene una experiencia de largo aliento en procesos formativos a nivel local y es, también, integrante de la Corporación Vida del Río Fucha -CORVIF-. 

Proceso de formación en Artes Musicales. EFARTE, 2015.


Los grupos, días y horarios para la formación en Artes Musicales son los siguientes:

Grupo 1
Colegio Cooperativo de Altamira
Dirección: Transversla 11a este #44-55sur.
Días y horario: jueves y sábado de 9am a 11am. 

Grupo 2
Colegio Cooperativo de Altamira
Dirección: Transversla 11a este #44-55sur.
Días y horario: jueves y sábado de 2pm a 4pm. 

Grupo 3
Corporación CORVIF, barrio Santa Ana
Dirección: Calle 13sur #3A-68, Oficina 202. 
Días y horario: lunes y martes de 2 a 4pm. 


Proceso de formación en Artes Musicales. EFARTE, 2015

Si estás interesado en este o en otro campo de formación, ¡comunícate con nosotros!




Danzas

El eje de formación en danzas abordará la expresión corporal; elementos básicos de la danza; manejo del espacio; el folclor, la salsa y las demás que se incluyan en la planeación pedagógica y en la comunicación que se establezca entre la formadora y los participantes de las sesiones. 

Proceso de formación en Danzas. EFARTE. 2015

Algunos de los procesos de formación en Artes Danzarias se están llevando a cabo por la profesora Diana Pérez en los siguientes lugares, días y horarios. 

Grupo 1
Salón Comunal San Isidro
Dirección: Carrera 7a #38a-30sur
Horario y días: martes y jueves de 9-11am. 

Grupo 2
Portal Veinte de Julio (Tarima, salida IPES)
Horario y días: sábados de 9 a 11am.

Grupo 3
Colegio Integral Avancemos
Dirección: Calle 13 sur # 5-57 este
Horario y días: Martes y jueves de 3 a 5pm. 


Si estás interesado en este o en otro campo de formación, ¡comunícate con nosotros!

Formadora Diana Pérez. 2015


martes, 29 de septiembre de 2015

El barrio Villa Javier en nuestra memoria

El arquitecto Rubén Hernández es uno de los mayores conocedores de la historia del barrio Villa Javier. Él ha entregado gran parte de su vida a recuperar la memoria documental, arquitectónica y social de este barrio emblemático de la ciudad de Bogotá. Luego de nuestra primera salida por el territorio, queremos dar a conocer más de nuestra historia. Así seguiremos difundiendo los valores patrimoniales de nuestra localidad. 

Niñas en primera comunión. Barrio Villa Javier. Primera mitaddel siglo XX. 


Si sabes de algún otro referente histórico o quieres compartir tu historia en este blog, sólo es que te pongas en contacto con nosotros


Los dejamos con un poco de la historia de Villa Javier. 


viernes, 25 de septiembre de 2015

Patrimonio Local en San Cristóbal

Definir con precisión qué es eso de "Patrimonio" es un asunto complicado que, no obstante, vale la pena intentar. Y es complicado porque la noción de patrimonio siempre ha estado sujeta a lo que entendemos por cultura y, como sabemos, dicha palabra depende del contexto social e histórico de cada comunidad humana. Como los conceptos de patrimonio y cultura son relativos, estos mismos se tornan algo gaseosos y abstractos. De ahí que se hayan dado unos criterios universales para acercarnos a una mejor comprensión de tales palabras. Para nuestro caso, es la UNESCO la que se ha encargado de dar los parámetros básicos del significado de Patrimonio Cultural

Se entiende por patrimonio cultural inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y, en algunas casos, reconozcan como parte integral de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.

El patrimonio nos ayuda a comprender, entonces, quiénes somos, de dónde venimos , y a reflexionar sobre cómo queremos ser. Y si nos adentramos en esta aproximación, descubriremos que el patrimonio pasa por todo aquello que nos pertenece, lo que hemos heredado y lo que está profundamente arraigado a nuestra vida. Además, si seguimos escavando, nos daremos cuenta que patrimonio también es aquello que nos integra y fortalece como grupo, nos permite recordar la historia y adaptar la cultura a los nuevos tiempos y, a la vez, nos impulsa a un desarrollo propio, es decir, no impuesto ni copiado. Le da significado a lo que hacemos, y nos otorga valores identitarios que nos permite distinguirnos de otros, pero al mismo tiempo, aprender de la diferencia. 


Carnaval Soloriental. Uno de los Patrimonios Inmateriales de la
Localidad de San Cristóbal.

Lo importante, a nuestro modo de ver, es entender que el Patrimonio no es algo fijo, sino que es algo vivo, algo que está en constante movimiento y en constante construcción. 

Sin embargo, estos conceptos no son estáticos y dependen, como ya lo sugerimos, del contexto regional o local y, por lo mismo, permiten cierta flexibilidad en su tratamiento. De ahí que en nuestra escuela EFARTE le hayamos apostado, no tanto a definir, sino a comprender mejor qué significa esa palabra para nuestro territorio, para nuestra localidad. 


Ronda del río Chiguaza. Patrimonio ecológico de San Cristóbal.
Fuente: San Cristóbal internacional, turística y atractiva.

La pregunta, por tanto, no pasa por tener definiciones globales y acabadas sino más bien por los siguientes interrogantes: ¿Qué significa para ti, como habitante de este territorio, el patrimonio de la localidad de San Cristóbal? ¿Cuál crees que es nuestro patrimonio local? ¿Qué puedo hacer, desde mi posición como habitante de esta localidad, por preservar, cuidar y dar a conocer lo que entiendo por patrimonio local?

jueves, 24 de septiembre de 2015

¡A todo balín!

Cada año se realiza en La Victoria una competencia de carros esferados que, además, incluye comparsas, teatro y danza. 

Hubo un ganador. Después del pito, una bajada. El sonido era como de una catarata de metal que desciende por la calle. Los más pequeños observaban a través de la ventana, más allá de la cortina de agua. Miraban, apostaban, sufrían, gritaban por su corredor favorito. Eran las diez de la mañana del domingo 5 de mayo en el barrio La Victoria, un conjunto de callecitas, casas y pequeños negocios incrustado en la parte más alta de los cerros orientales, al sur de la ciudad. El lugar, donde algunas edificaciones aún tienen la decoración de la Navidad pasada, se despertó con la lluvia mañanera que limpió la cerveza derramada la noche anterior y que lúgubremente anunció el comienzo de un día nuevo para todos sus habitantes.

Lentamente la lluvia cesó, aunque el cielo permaneció gris, a manera de líquida promesa, de inminente aguacero. Los niños se agolparon a la entrada de sus casas. De las entrañas de la construcción iban saliendo zancos, pancartas y disfraces. En el piso de la entrada se encontraba una montaña de carros de balineras. Varios niños entraron a sacarlos. Emprendieron, presurosos, el camino por entre las calles del barrio hasta el lugar de la carrera.
Artífice Inimaginable está invitando a toda la comunidad del barrio La Victoria a que haga presencia en el evento ‘Las balineras se toman la cultura’. En unos momentos daremos inicio a la carrera de carros de balineras”. Los parlantes llegaron. La voz que hacía los anuncios era de Hernando Merchán, un hombre alto, barbado y con el pelo largo a quien los niños, y también los adultos, se refieren como “El abuelo”.

Merchán ha estado al frente de Artífice Inimaginable desde hace algunos años. A punta de arte se ha encargado de mostrarles a los jóvenes del lugar el lado de la vida que a veces no se ve desde la loma. Ese lado que habla de opciones y oportunidades, de cultura y educación.
“Las carreras comenzaron como una competencia entre vecinos. Eran de noche y se apostaba cerveza. Nosotros, hace ya siete años, le metimos teatro y cultura a la cosa y así sacamos a los borrachos”, dice “El abuelo”.
A través de los parlantes fueron llamados los primeros corredores. De entre los adultos surgieron pequeños intrépidos. Se acomodaron encima de los carros. Alguien dijo: “Toda su seguridad en una puntilla”. “Vista al frente, atentos al pitazo”, indicó el juez. Sus miradas transmitían una sensación de seguridad, de profesional calma.
Sonó el pito y el primer competidor en salir disparado, como si hubiera estado dentro de la boca de un cañón, fue un niño de 12 años que se impulsaba con las manos. La distancia entre él y los demás se ampliaba ante la mirada atónita de sus rivales. Cinco, siete, diez metros. La victoria estaba cerca, casi podía arañarla. En la lejanía cruzó la meta. Alzó los brazos. El barro le bajaba por los codos. La siguiente ronda de corredores se alistaba mientras aquellos que ya bajaron subían desganados la inclinada pendiente.
El juez repitió las instrucciones. Antes de que sonara el pito pasó un momento, que para aquellos que estaban sentados y prestos a partir debió durar más que la vida misma. La mirada de los observadores siguió el recorrido de los carros, se centró en quien se cayó, en aquel que no arrancó, en el que se atascó. El triunfo es algo solitario, efímero: lo que queda en la memoria del público son los accidentes, las pequeñas miserias.

Foto: Herminso Ruíz.

El carro arrancó, esta vez lenta y progresivamente. La velocidad se hizo más evidente en la medida en que avanzaba. En un momento dado fue imposible darle alcance corriendo. Atrás quedaron los parlantes y el público, adelante estaba la meta. Con todas las fuerzas de su cuerpo, el piloto presionó los pies contra el suelo para frenar. El roce de la suela del zapato contra el pavimento mojado dejó ver una estela de agua, como si se tratara de un barco que avanza en medio del mar.
Lo único que separa una bajada exitosa de una raspada de brazo, o algo peor, es la pericia, el temple necesario para halar de la cuerda, que hace las veces de timón, justo lo necesario. Un conductor impulsivo está condenado al pavimento, al golpe que destroza ropa y tejido. 
Es ese talento innato lo que se aprecia en John, un muchacho de 16 años que monta en balinera desde hace unos dos meses. Con serenidad se acomodó encima de la tabla. Arrancó. Rápidamente otro de sus compañeros le tomó ventaja. Sin mostrar señales de angustia timoneó para esquivar una alcantarilla. Su rival se atascó y se estrelló contra el andén. La victoria estaba asegurada. Siguió, recostado para evitar la resistencia del viento, hasta el final. Aseguró su triunfo.

A la hora del descenso
Más allá de las consecuencias, los accidentes terminan siendo el gran espectáculo de las carreras. Los pilotos les temen, el público se emociona, una madre los sufre. A más de 50 kilómetros por hora en un descenso lleno de obstáculos callejeros, cualquier cosa puede ocurrir. Una volcada puede marcar la diferencia entre terminar la competencia o salir hacia el hospital.  

Registro del XI Festival de las Balineras. Fuente: Facebook de artífice inimaginable.

Los preámbulos de la carrera
La preparación para la carrera de balineras de La Victoria es larga. Hay que lijar las tablas, conseguir las bielas más veloces, probarlas, conocer el trazado de la  pista, los defectos y virtudes de los principales contendores, saber cuáles son sus máquinas. Por último, es necesario pintar los carros y escoger el número que le traiga buena suerte al equipo. La superstición es, tal vez, lo más importante.
Amenazas a la carrera
“Las balineras se toman la cultura” se celebra hace siete años. Ha habido días aciagos cuando la violencia y la intolerancia han puesto a prueba el temple y la perseverancia de las personas que conforman Artífice Inimaginable, la organización responsable de la actividad.
“El año pasado se aparecieron los paramilitares. Nosotros seguimos con la carrera y con el festival porque sabíamos que teníamos el apoyo de la Alcaldía Local y porque, en últimas, esta es una cosa para los niños. Por ellos seguimos adelante”, dice Hernando Merchán, uno de los promotores de Artífice.

Artículo originalmente publicado en: El Espectador el 11 de mayo de 2.008 por Santiago La Rotta. 

martes, 22 de septiembre de 2015

Nuestra Localidad

Dicen las definiciones convencionales que San Cristóbal es "la localidad número cuatro del Distrito Capital de Bogotá. [Una localidad] que se encuentra ubicada al suroriente de la ciudad, incluyendo una parte urbana y una extensión rural en los Cerros Orientales". Pero es muy probable que si le preguntamos a uno de sus más de 400.000 pobladores, este nos daría una definición muy distinta. 

Los objetivos de nuestra escuela no pasan por hacer nuevos diagnósticos socieconómicos, pues, aunque valiosos, ya existen varios, sino que buscamos realizar un ejercicio reflexivo sobre el papel que tienen las artes en la construcción social de un territorio como el nuestro. De ahí que el equipo de formadores de EFARTE, de coordinación y de monitores, sean habitantes de nuestra localidad, contando, además, con un arraigo afectivo por San Cristóbal. Tampoco nos guía el afán de crear una escuela paralela a las instituciones convencionales y, por eso, le apuntamos a un modo alternativo de entender la formación y la orientación pedagógica; una orientación cuyo sentido de pertenencia e identidad territorial sea el eje central de formación. 

Ubicación de San Cristóbal.
Fuente: wikiland
Algunos hemos nacido en San Cristóbal, otros la hemos recorrido en nuestra infancia, otros, quizá, hemos entregado nuestro tiempo y sueños a hacer de este terruño cobijado por montañas, un lugar para un mejor vivir. 

Por eso, algunos de los que nos siguen, podrán dar fe cuando les hablan del frío que se cuela en los huesos, las montañas que abrazan con su neblina, y de calles empinadísimas por las que se descuelgan carritos de balineras. Sabrán, algunos otros, que hay una Reserva Forestal que permite que todos los bogotanos respiremos y que por sus onduladas vías, antaño se cogía camino para Villavicencio. 

Más allá de las definiciones técnicas y los informes institucionales, sería enriquecedor que cada uno de nosotros, los que habitamos y damos vida a este territorio en nuestra cotidianidad, nos preguntáramos: ¿Cómo siento yo mi barrio, mi calle y mis montañas? ¿Qué significa para mí este territorio? ¿Cómo se construye mi identidad local?

Localidad de San Cristóbal con Reserva Forestal.

Desde este pequeña esquina que se llama EFARTE hemos querido empezar a dar respuesta a esas preguntas con una tarea enorme: formar en arte, cultura y patrimonio sobre y para nuestra localidad. Así que, no sobra volver a preguntar: ¿qué más cosas buenas podemos hacer por este pedacito de ciudad que tenemos la dicha de habitar?