martes, 10 de mayo de 2016

Reseña histórica de La Cultura se toma San Cristóbal

Muchos años atrás, antes de que la cultura se tomara San Cristóbal, la única posibilidad que existía para los jóvenes y niños, ahora viejos, era ir a nadar a los tanques de Vitelma. Los tanques son evocados por el recuerdo como algo grandioso y grandísimo, un mar acorralado en cuatro muros de ladrillo, pero que la realidad convirtió en unos pequeños tanques, ahora sin acceso. De tarde en tarde varios grupos de niños trepaban por la loma que circundaba a "Tubos Moore", se cruzaban cercas en las cuales se encontraba enredada la lana de las ovejas y subían hasta llegar a las lagunas de aguas turbias. En estas aguas turbias flotaban objetos y bolsas plásticas que servían de islas de verano para que los sapos tomaran el sol. Mucho tiempo después, la Cultura se tomó San Cristóbal. 

El evento la Cultura se toma San Cristóbal hace parte viva de una historia enraizada en barrios como Vitelma, San Blas, San Isidro, Ramajal, Gran Colombia, Corinto, entre otros barrios, que en muchos de los casos, han visto crecer a toda esta generación de trabajadores de la cultura. Al respecto comenta Regina Buitrago:

La Cultura se toma San Cristóbal. Barrio La Gran Colombia, Abril de 2016


El evento comienza en el año 2001 por iniciativa de algunos de los gestores culturales y actores sociales de los barrios San Cristóbal Sur, Las Mercedes, San Cristóbal Alto, San Cristóbal Bajo, San Blas, San Pedro, La Sagrada Familia, Triángulo, Aguas Claras, Buenos Aires, Vitelma, Laureles, La Cecilia, Manantial, Ramajal y otros. El evento fue iniciativa de todos los gestores, en parte por una invitación que nos hizo el alcalde que acababa de posesionarse. Así empezamos a llamar a personas que realizaban, o no, trabajo cultural, con muy buena respuesta de grupos y colegios. Entre las organizaciones estaban Vitelma Viva y FUNDARTE, Voces Nuestras, Grupo de Danzas Reminiscencias, Teatro Acto Capital, y los colegios Integral Avancemos, Fátima, Manuelita Sánez, Rafael Núñez, entre otros. El evento se realizó el 25 de diciembre, con la gran sorpresa de que hubo una cobertura y una asistencia buenísima. 

El proyecto se venía gestando con la Red de Eventos, y fue formulado y trabajado por algunos gestores, como Honorio Pardo, José del Carmen Gil y Simeón Pardo; personas que han estado vinculados al ámbito comunitario local desde hace varios años y que, por lo mismo, fueron claves para llevar a feliz término el evento del año 2001. 

El evento fue formulado con la idea de fortalecer los procesos culturales y organizativos de la localidad. En primera instancia, el evento se realizó en el campo deportivo del Maracaná, así lo definimos e inscribimos la Corporación Prodesarrollo Comunitario Sol y Luna y la Fundación Teatral Escena Iscazinga. Con estas entidades veníamos trabajando desde hace muchos años, tratando de sacar adelante este sueño de hacer un gran evento. En principio se pensaba que el evento durara una semana, pero finalmente se hizo de tres días.

Sentido

Ante todo, este evento es el resultado del bagaje cultural que hay en la zona y, en consecuencia, es la respuesta a todo un trabajo que se ha consolidado en barrios como Buenos Aires, Vitelma, Gran Colombia, Triángulo y Aguas Claras. De tal modo, que se puede afirmar que el principal objetivo de este evento ha consistido en fortalecer el trabajo artístico y cultural, creando un espacio en el cual se realice anualmente una serie de muestras de todos los productos culturales de las organizaciones. 



Barrio La Gran Colombia. Abril de 2016.
Trayectoria y problemas 

Regina Buitrago busca incesantemente dar continuidad a sus pasos que se pierden en medio de las calles empinadas de la localidad. De ella se desprende una voz a caudales, un susurro invisible que cobra más vida cada vez que ésta se estremece con un canto. Tonada que no solo arrulla y enmudece sino que además narra desenfrenadamente y da razón de un proceso que para ella se ha vuelto una búsqueda. Regina continúa relatándonos la trayectoria del evento:

En el primer año, el evento se realizó en el campo deportivo de Las Mercedes, lo cual favoreció que la Embajada Coreana pusiera los ojos en la localidad. Así se hizo el evento con la participación de muchas organizaciones, artistas y colegios del sector. El primer día fue el desfile de comparsas, grupos de teatro, música, danzas porras, en fin, mucha gente. Tantas personas eran que, calculo, la asistencia estuvo cerca de las 1500 personas. Esto nos demostraba que la localidad tiene un potencial grandísimo y, por lo tanto, la labor artística se debe reconocer; especialmente para los niños es importante un escenario cultural que les dé a conocer sus potencialidades. Un caso diciente es el de Juanito Bosque, una orquesta que viene trabajando desde hace muchos años y que, poco a poco, han logrado acopiar instrumentos y, hoy en día, ya son reconocidos en el ámbito local. Incluso, ganaron el primer puesto en un concurso de música local en la categoría infantil. 


Barrio La Gran Colombia. Abril de 2016.
Claro, también se han presentado problemas, y uno de ellos ha sido la comunicación. A pesar de que se convoca, se invita, se toma el trabajo de hacer un llamado previo, sigue siendo muy difícil la comunicación. Y eso termina afectando, también, la concertación de fechas y horarios con las personas y grupos artísticos. 

Igualmente el tema del presupuesto es algo que siempre nos va a limitar. Los recursos que quedan para el futuro son muy pocos y muy inestables. La gente ajena a los festivales desconoce toda la preparación que ellos implican: la logística, los refrigerios que hay que darle a las personas, los pagos a los grupos, etc. La cultura cuesta mucho, y más cuando las personas participantes se han formado, y eso muchas veces la gente lo suele pasar por alto. Por ejemplo, pagarle al coordinador del evento supone pagarle a un equipo de más de 30 personas y, eso, repito, implica casi siempre un desfase presupuestal.

Para la versión del año 2016, que se realizó en el barrio La Gran Colombia, muchas de estas apreciaciones de Regina se hicieron evidentes. No obstante, el festival salió avante, a pesar de las dificultades. Se incluyeron, además de las presentaciones artísticas, una serie de reflexiones y conversatorios alrededor de la problemática ambiental de la localidad, así como la importancia del Patrimonio Cultural de nuestro territorio.

Independientemente de cuál sea el futuro cercano, sabemos y sentimos los que habitamos este pedazo de montaña, que la cultura se seguirá tomando a San Cristóbal.  

Con información de: Recuperación histórica de los eventos culturales de la localidad de San Cristóbal. Alcaldía Local de San Cristóbal. Bogotá, 2003.

3 comentarios:

  1. Es un muy buen relato, sobre todo porque recoge la historia del evento tal cual, con sus personajes lugares y momentos.
    Felicitaciones y ojala que nuevas generaciones cercanas a quienes lo han hecho posible como Regina, sepan valorar su esfuerzo tesón y gestión y se apropien de dicho proceso.

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    1. Claro que sí, hay que darle mucho impulso y seguirlo fortaleciendo.

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  2. Es un muy buen relato, sobre todo porque recoge la historia del evento tal cual, con sus personajes lugares y momentos.
    Felicitaciones y ojala que nuevas generaciones cercanas a quienes lo han hecho posible como Regina, sepan valorar su esfuerzo tesón y gestión y se apropien de dicho proceso.

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